El rencor es solo tuyo aunque le
pongas mi nombre,
te muerdes la
lengua
y esperas que me
envenene yo.
Si quieres,
también puedes
echar a andar,
subir los montes,
que la hierba te
recite paz.
cerrar los ojos y
levantarlos al sol,
seguir andando
quitarte los
zapatos,
o no,
pero no volver
nunca por aquí.
Puedo quererte y
que sea lejos,
pasar página para
esperarte al otro lado
sin fe, pero con
esperanza
pensarte medio
llena y no vacía
que mi cariño
bese tu venganza.
Coinciden finales
de año, de etapa, de guerra;
doy pasos
adelante y abro puertas
miro atrás y no
me echo de menos
no puedes verme y
no me ciego.
No me arrepiento
ni desearía lo contrario
te entiendo y no
me justifico
el daño está
hecho y todas hemos sangrado
solo fui la
primera (para variar)
y total, qué más
da
una vez menos o
una vez más,
¿verdad?