jueves, 14 de octubre de 2021

Sin reformas

 










Pasa, pasa.
Deja los zapatos y las inseguridades
en la puerta.
Te advierto que solo me quedan recuerdos 
en la nevera,
y un par de imanes cutres con forma de silencio.
 
Toma asiento,
tenemos tres coreografías pendientes.
Aún podría pisarte los pies, si quisiera
y que hicieses tú todo el esfuerzo,
pero no voy a hacerlo.
Espero.
 
¿Quieres tomar algo?
Bueno, qué tontería.
En los botes de galletas siguen algunas de mis cartas
(digo mías porque nunca te las di).
Las otras me las comí
en un atracón
casi sin masticar ni leerlas primero
y le eché la culpa al perro.
 
Al fondo a la derecha tienes el daño.
Al principio del pasillo, mis inviernos
y enmarcadas, las tormentas
de mentiras
que no suman un año
pero sí el mejor de mi huida.
 
Pensándolo bien,
será mejor que te quedes:
después de nada,
aún es tarde.