¿Y si me rapas la cabeza
y encuentras
flores debajo del pelo?
Pintarte el
cuerpo con acuarelas,
la vida en
tu pecho izquierdo,
las raíces
de toda consciencia
creciendo
entre tus costillas.
Y fuera, tú.
Solo
belleza,
hojas que
nunca verás verdes,
contrastes
que no sabes que te pierdes,
arcoíris
monocromáticos
y tres
accidentes
que pudieron
haber sido de tráfico.
Tal vez así
no nos hubiéramos matado.
Parecía que
me leías entre versos
y seguías
haciendo poesía con tus besos.
Quitemos las
farolas y pongamos las calles
por las que
no volveré a darte la mano.
Esta vez
ninguno intentamos salvarnos.