miércoles, 24 de marzo de 2021

Ahoguémonos en un preci(o)so error

















Tengo un agujero en medio del estómago
al que me he acostumbrado
como se acostumbra una a agachar la cabeza
al atravesar un parque por la noche.
 
Un puto parásito alimentándose
de lo que se me va pudriendo por dentro.
 
He tardado un milisegundo
en dejar de quererte,
y medio en querer volverte a querer.
Un tercio en echarme a llorar.
Nada en servirme una copa.
 
Mierda.
Se supone que mi debilidad es otra
y has acabado sustituyendo todas las voces,
todas las distorsiones,
las cuchillas,
la ansiedad.
 
Ya es hora de dormir
y de guardar las ganas en aquella caja
junto con tantos imanes de nevera
y piezas de un pulmón que funcionaba por cuatro.
 
Quédate con Noruega,
con mis anillos,
con el jersey de mi padre
y con mi negación a hundirme.
¿Yo?
 
Yo no pienso perdonártelo nunca.