sábado, 12 de noviembre de 2022

Lo que queda de entonces

 










He visto como las mirabas
mientras me acariciabas el brazo con una mano
y mi boca te contaba cualquier chorrada.
No me has dicho nada,
pero te he visto.
 

He visto las preguntas que no me has hecho.
No te he dicho nada,
pero se han reflejado en tus pupilas
antes de desaparecer en silencio,
como un recuerdo.
 

Si pudieran hablar
te contarían una historia por cada una de ellas
en las que yo nunca soy esta
ni lo llego a querer siquiera.

También podría abrirme yo
(figuradamente, digo)
gritártelo todo, vomitar
- y en vez de eso, sigo
como si no se me erizara la piel
mientras, parece, las intentas borrar.
 

A veces me gustan,
rodeadas de lo que más me importa,
y pienso en la metáfora que representan
haber pasado del odio al amor
en mil quinientos treinta pasos,
de deshacer el camino y volver a empezar.
 

No voy a decirte nada
tendrías que escucharlas a ellas
y ambos sabemos
que no vas a preguntar.