jueves, 18 de junio de 2020

Espero que me robaras lo que buscabas

















No bajes la guardia
ni te conviertas en mi ángel.
Solo te pido que no seas un capullo,
que ya me empaché de mariposas
y vomité en la piscina
a la que el fantasma,
tantas veces,
me pidió que me tirara.

Y algo en mí me paraba
justo al borde del trampolín
con impulso ya cogido,
tú esperando
y yo paralizada.

No sabría decirte exactamente
qué era,
pero tenía razón.
Tampoco sabría decirte exactamente
quién era yo
por aquel entonces,
pero sé que no me tomaría un café con ella
(ni una cerveza).

Así que gracias,
por llevártela contigo,
por dejarme el sofá roto para siempre
y el corazón pudiendo recuperarse.


No hay comentarios:

Publicar un comentario