lunes, 16 de marzo de 2020

No sois todos, pero callad, que sí que somos todas





















He enseñado los dientes,
desnuda y furiosa
hasta que me han sangrado las encías.

Me han visto llorar y creído débil
hasta que me oyeron gritar
cuando te cosía las heridas que más duelen.

Te han disparado a ti
y les he restregado mi sangre por la cara,
como si me quedase algo de odio que declarar. 

He saltado encima de sus espaldas mientras dormían
porque creen que las perras que ladran no muerden
y no nos conocen.

Han intentado marcar nuestra piel
y hacernos cómplices
y culpables
y qué hacías tan sola
y por qué explotas tus derechos
y qué asco damos.

Y ahora que hemos hablado
queda muy poco de vosotros,
esta es nuestra era
y no cabéis en ella;
y ahora sí:
No volveremos,
nunca más,
a mantener silencio
mientras nos hacéis gritar.

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