lunes, 30 de marzo de 2020

Echarte, no salir



Lo que siempre supimos
es lo que jamás tuvimos
pero estabas conmigo.

Una decisión que tomar
y nada con la que mezclarla.
Nos contaron que moriríamos
el día que se apagase el sol
y resulta que no necesito luz para crecer.

¿Cuántas veces necesitas ponerme la soga al cuello
para darte cuenta de que no voy a morir por ti?
Tu suicidio solo cambió el sonido el viento.
Abonaste mis rosas sin saberlo
y ningún Principito va a hacerlas suyas.

Libre en mi encierro
donde no caben toros sin cuernos,
con las cuerdas en el suelo
y las notas perfectas sin afinar.

Empiezo a ver mi futuro dibujado en una cartulina
y no puedo mirarte sin cambiar de opinión.
Tirarte a la basura y comprar un lienzo nuevo,
tan pequeño que pueda
pintarlo de amarillo entero.

Como la luz de una luciérnaga
que se libera y vuela
entre las lilas y las velas
como moratones y esquelas.

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